Las costumbres de los Nueve Días previos al 9 de Av

Ya desde los tiempos de los sabios medievales (rishonim), las comunidades
judías acostumbraban a abstenerse de comer carne y beber vino durante los
días de duelo por la destrucción del Templo. ● Durante los “Nueve Días” que
van del inicio del mes de Av hasta el ayuno están permitidas las bebidas
alcohólicas. ● En la noche del sábado (motzael Shabat) que cae dentro de
los Nueve Días, quien realiza la Havdalá tiene permitido beber del vino. ●
Está permitido construir casas, pero no se permite ampliar una vivienda o un
balcón si no hay una necesidad esencial. ● Si es por motivos preceptivos,
está permitido incluso encalar o poner revoque, pintar, y colocar cortinas o
persianas. ● No se deben comprar artículos suntuarios tales como joyas,
ropa, utensilios finos, muebles nuevos o un coche familiar. ● Está prohibido
lavar ropa durante la semana en la que cae el 9 de Av. ● Los judíos de
origen ashkenazí acostumbran a adoptar al respecto una actitud estricta y no
lavan ropa desde el primer día del mes de Av.
En virtud de los grandes cambios ocurridos en los hábitos de higiene
personal, quienes adoptan una actitud más estricta evitan bañarse con fines
de placer durante los Nueve Días. Sin embargo, no se abstienen de ducharse
con agua tibia usando jabón y champú con el único objetivo de mantenerse
limpios, de forma tal que por una parte no disfrutan de la ducha, pero por la
otra tampoco sufren por ella, ya que la intención que se persigue es
únicamente de carácter higiénico. Quienes detentan la actitud más flexible
adoptan esta práctica solo durante la semana en la que cae el 9 de Av.

Carne y vino
Según la Mishná (Tratado de Ta'anit 26(B)), está prohibido comer carne y beber
vino solo en la última comida previa al ayuno del 9 de Av (seudá hamafseket).
Así siguen actuando hasta el día de hoy los judíos de origen yemenita. Sin
embargo, ya desde la época de los sabios medievales (rishonim), otras
comunidades judías acostumbraban a abstenerse de carne y vino durante los
días de duelo por la destrucción del Templo. Algunos adoptaron una actitud
estricta durante todos los días de semana de las Tres Semanas (del 17 de

Tamuz al 9 de Av), y otros, solo durante la semana en la que cae el 9 de Av.
En la práctica, la costumbre de los judíos ashkenazíes y algunos de los
sefaradíes es adoptar la actitud estricta durante la totalidad de los Nueve
Días, incluyendo el inicio del mes de Av (Rosh Jodesh Av), y así también
acostumbraba a proceder el Arizal (Rabí Ytzjak Luria Ashkenazi, el Arí). La
mayoría de los judíos sefaradíes comienzan esta abstención desde el día 2
de Av, pero en Rosh Jodesh, que tiene un carácter festivo, no se abstienen
de ingerir ni carne ni vino.
Las bebidas alcohólicas
Las bebidas alcohólicas están permitidas durante los Nueve Días, ya que no
tienen el estatus especial que tiene el vino, el cual era libado sobre el altar en
el Templo de Jerusalém. Por eso, desde la destrucción del Templo y el cese
de la ofrenda de sacrificios y de libaciones, correspondería abstenerse de
ingerir carne y beber vino. Sin embargo, como no todos pueden cumplir con
una abstención de este tipo durante todos los días del año, al menos se evita
consumirlos durante los Nueve Días (ver Tratado de Baba Batra 60(B)).
El vino de la Havdalá
En la noche del sábado que cae dentro de los Nueve Días (motzaei Shabat),
está permitido que quien hace la havdalá beba del vino sobre el cual recitó la
bendición. Se puede beber todo el contenido de la copa, aunque es preferible
usar para ello jugo de uva, el cual no provoca alegría. Algunos ashkenazíes
acostumbran que cuando hay presente un niño que llegó a la edad en la que
debe ser educado en el cumplimiento de los preceptos (guil jinuj – entre los 6
y 9 años) y en lo concerniente a las bendiciones por el disfrute (birkot
hanehenín) pero que aún no comprende la cuestión del duelo por la
destrucción de Jerusalém, el adulto recita la bendición por el vino con la
intención de cumplir también por el niño, y que sea este último quien se beba
el vino. Pero en caso de que no haya presente un niño de esa edad, el propio
adulto deberá beberlo (Ramá, Oraj Jaím 551:10; Mishná Berurá 70).
Los ashkenazíes que deseen beber del vino de la Havdalá tendrán permitido
hacerlo, pues el Ramá (Darkei Moshé 551:9, en nombre del Maharil) escribió que a
priori un adulto puede beber del vino de la Havdalá, ya que, si en un

banquete preceptivo (por ejemplo, por una circuncisión) está permitido beber
vino, ¡con cuánta mayor razón aun que lo está en el caso de la Havdalá, en el
que el mandamiento incluye específicamente el deber de beber el vino! Por
eso, en Pninei Halajá (Zmanim 8:13) escribí que se debe beber del vino de la
Havdalá sin diferenciar entre las comunidades, y solamente en una nota al
pie de página aclaré que muchos ashkenazíes prefieren, cuando es posible,
dar el vino a un niño en edad de recibir educación religiosa (jinuj).
Las construcciones nuevas y las reformas
Durante los Nueve Días está permitido construir casas, pero está prohibido
ampliar una vivienda o un balcón si no hay para ello una necesidad esencial.
Asimismo, está prohibido encalar o poner revoque, pintar las paredes de la
casa o hacer reformas destinadas al embellecimiento del hogar o a la
incorporación de un elemento suntuario no indispensable, tal como cambiar
los armarios, las cortinas o las persianas. Sin embargo, si posponer esas
acciones hasta después de los Nueve Días pudiera causar una gran pérdida
económica, se permitirá realizarlas.
Cuando las obras se llevan a cabo por motivos preceptivos, por ejemplo,
cuando se trata de la construcción de una sinagoga, está permitido incluso
encalar, pintar, colocar cortinas y persianas. Todo lo que está destinado al
bien público, por ejemplo, en el caso de una escuela, se considera como una
obra que persigue un propósito preceptivo. Se acostumbra a no mudarse a
una casa nueva (ya sea comprada o alquilada) durante los Nueve Días. Pero
si la demora en mudarse pudiera causar una gran pérdida, estará permitido
hacerlo.
Comercio
Los sabios ordenaron reducir la intensidad de las actividades comerciales
durante los Nueve Días, lo cual incluye evitar transacciones que generen
alegría. Es decir, no se deben comprar artículos suntuarios tales como joyas,
ropa, utensilios elegantes, muebles nuevos o un coche familiar. Además, los
sabios aconsejaron reducir también la compra de objetos que no causan
alegría directa. Por ejemplo, si una persona acostumbra a hacer una gran
compra de alimentos y artículos del hogar cada cierta cantidad de semanas,

es preferible hacerla antes o después de los Nueve Días (según Shulján Aruj
551:2; Mishná Berurá 11, 13). No obstante, si alguien encuentra una oportunidad
de adquirir un objeto placentero a un precio muy bajo, y hay una probabilidad
razonable de que si espera hasta después del 9 de Av lo pierda, podrá
comprarlo durante los Nueve Días, pero deberá comenzar a usarlo solamente
después de pasado el ayuno.
Compras por internet
Pregunta: ¿Se pueden realizar compras por internet durante los Nueve Días,
si se sabe que los productos llegarán después del 9 de Av? ¿Y qué se debe
hacer si objetos que fueron adquiridos y encargados antes de los Nueve
Días, llegan durante estos?
Respuesta: En el marco de la instrucción de los sabios de reducir la
intensidad de las actividades comerciales y evitar las transacciones que
provocan alegría, se debe también evitar hacer compras durante los Nueve
Días. Incluso si los productos llegaran después, el mero acto de comprar,
incluso en línea, constituye una forma de comercio y encierra un componente
de alegría que contradice el espíritu de duelo. Sin embargo, si se tratare de
productos que no generan alegría y no resultare posible postergar su
adquisición hasta después del ayuno, se permitirá adquirirlos durante los
Nueve Días. Si productos comprados antes de los Nueve Días llegaren
durante ese período, para evitar la parte más placentera del proceso
comercial, que es la de abrir el paquete, el adquirente deberá abstener de
abrirlo hasta después del 9 de Av. Se permitirá abrir el paquete durante los
Nueve Días solamente en caso de que medie una gran necesidad por el
producto.
Escuchar música durante las Tres Semanas y durante los Nueve Días
Existen tres tipos de canciones y melodías. 1) Las “alegres”, tales como las
que se tocan en los casamientos, de las cuales hay que abstenerse desde el
mero comienzo de las Tres Semanas (desde el 17 de Tamuz). 2) Las
“neutras”, que no expresan ni una alegría especial ni una tristeza particular
(incluye a la mayoría de las canciones actuales y muchas de las obras
clásicas). Estas deben evitarse a partir del inicio del mes de Av (Rosh Jodesh

Av). 3) Las “tristes”, como las de duelo por personas fallecidas (réquiems) o
por la destrucción del Templo. Estas pueden escucharse incluso durante los
Nueve Días.
Es importante destacar que cuando se escucha música a un alto volumen,
incluso si se trata de una canción “neutra”, el volumen le confiere un carácter
festivo, convirtiéndola en “alegre”. Por lo tanto, incluso las canciones
permitidas no deben escucharse a un volumen alto.
Eventos educativos y culturales
Pregunta: ¿Se puede cantar o tocar música en un evento educativo o
cultural durante los Nueve Días?
Respuesta: Está permitido si las canciones y las melodías son acordes al
espíritu de los Nueve Días, es decir, si expresan tristeza por la destrucción
del Templo y anhelo por la reconstrucción del pueblo, la Torá y la tierra de
Israel (ver Pninei Halajá, Zmanim 8:4).
La prohibición de lavar ropa
Los sabios dijeron en la Mishná (Tratado de Ta'anit 26(B)) que está prohibido
lavar ropa durante la semana en la que cae el 9 de Av. Esta es una expresión
de duelo: por causa del dolor y la solidaridad con la destrucción del Templo,
la persona interrumpe su cuidado y afecta negativamente su comodidad
personal. La prohibición incluye también planchar o realizar un lavado en
seco. Incluso se prohíbe lavar ropa para usarla después del ayuno, ya que
quien lo hace muestra que desvía su atención del duelo por el Templo.
Los tiempos de la prohibición según las usanzas
La mayoría de los sefaradíes siguen a la Mishná: la prohibición de lavar ropa
aplica solo en la semana en la que cae el 9 de Av. En un año como este,
cuando el 9 de Av cae en domingo, la prohibición aplica solo en ese día. Los
ashkenazíes adoptan la actitud estricta y prohíben el lavado de ropa desde el
inicio del mes de Av, aunque para Shabat Jazón (el anterior al 9 de Av) se
permite vestir la indumentaria sabática limpia y planchada.
Las costumbres en Marruecos, Djerba y Libia

Algunas comunidades de Marruecos y de la isla de Djerba (Túnez) adoptan la
actitud estricta a partir del 2 de Av (Brit Kehuná, Oraj Jaim 200:9). Los judíos libios
acostumbran a proceder como los ashkenazíes: se abstienen de lavar ropa
durante la totalidad de los Nueve Días.
La prohibición de usar ropa limpia y qué vestimenta sí está permitida
Durante los días en los que está prohibido lavar ropa (de acuerdo con la
costumbre de cada comunidad), también está prohibido usar ropa recién
lavada. Tampoco se deben tender sábanas limpias en la cama, manteles
limpios en la mesa o comenzar a usar toallas de baño recién lavadas. No
obstante, está permitido cambiar la ropa interior, los calcetines o las toallas
de manos que estén sucias, ya que es común reemplazarlos con frecuencia,
y su uso no se considera algo especialmente placentero sino como una
necesidad higiénica. En caso de necesidad, si no quedare ropa interior limpia,
se permitirá lavarla. La ropa y las sábanas de bebés y de niños pequeños,
que tienden a ensuciarse rápidamente, no entran en la generalidad de la
prohibición.
El uso de ropa festiva
Dado que según todas las costumbres durante los Nueve Días se debe
reducir la alegría, a partir del 2 de Av está prohibido usar ropa festiva, tal
como la indumentaria sabática, incluso si no estuviere recién lavada. En el
caso de una circuncisión (brit milá) el padre y la madre, el circuncidador
(mohel) y el padrino (sandak) -que es quien sostiene al bebé- se bañan y
visten ropa sabática. Cuando es necesario, los hombres relacionados con el
brit milá pueden afeitarse o cortarse el cabello hasta la semana en la que cae
el 9 de Av. Familiares cercanos (como los padres y los hermanos de los
padres del bebé) pueden usar ropa de Shabat, pero no deben cortarse el
cabello. Otros invitados visten ropa respetable, pero no una indumentaria
festiva sabática completa (ver Pninei Halajá, Zmanim 8:19). Lo mismo aplica para
la ceremonia del rescate del primogénito (pidión haben), en la cual los
protagonistas son el padre, la madre y el cohen.
Baño – las costumbres de quienes adoptan la actitud flexible y la
estricta

Aunque según el decreto de los sabios la prohibición formal de bañarse se
aplica únicamente al día 9 de Av, ya desde los días de los sabios medievales
(rishonim) se adoptó la costumbre de abstenerse de tomar un baño también
en los días previos al ayuno. En la práctica, surgieron dos costumbres
principales en las comunidades judías:
Quienes adoptan la actitud flexible, acostumbran a no bañarse con agua
caliente durante la semana en la que cae el 9 de Av, pero no se abstienen de
bañarse con agua fría. Quienes adoptan la actitud estricta no se bañan ni
siquiera con agua fría durante la totalidad de los Nueve Días, salvo en el caso
de un baño breve con agua fría en honor a Shabat Jazón.
Hoy en día, debido a los grandes cambios ocurridos en los hábitos de la
higiene, quienes detentan una actitud estricta, durante los Nueve Días no se
bañan con fines de placer, pero sí se permiten las duchas con agua tibia,
jabón y champú por motivos higiénicos, de forma tal que quien se baña no
cultive el placer, pero tampoco sufra incomodidad. El objetivo del baño debe
ser exclusivamente higiénico. Quienes detentan una actitud flexible, adoptan
esta postura solo durante la semana en la que cae el 9 de Av, pero este año,
dado que el ayuno cae en domingo, no hay una semana intermedia, así que
esta distinción no tiene aplicación práctica.
Los que detentan una actitud estricta – los ashkenazíes, los
norteafricanos y los iraquíes
Es un error pensar que todos los sefaradíes y judíos provenientes de países
orientales adoptan la actitud flexible. En la práctica, en muchas comunidades
sefaradíes también se adoptó una postura estricta, por lo que en la mayoría
de las comunidades judías se evita el baño placentero durante todos los
Nueve Días. Esta fue la costumbre en la mayoría de las comunidades del
norte de África, así como también en Irak (Ben Ish Jai Devarim 16).
La costumbre flexible fue común en las comunidades sefaradíes cercanas a
Eretz Israel (según Shulján Gavoha 551:49) y en algunas comunidades del norte
de África.
Natación en una piscina

Si la finalidad de la natación es recreativa, estará prohibida desde Rosh
Jodesh Av incluso según quienes adoptan la actitud flexible, ya que a partir
de entonces se debe reducir la alegría .Si el objetivo es terapéutico o de
salud, como en el caso de las personas que acostumbran a nadar media hora
diaria por motivos médicos, estará permitido hacerlo hasta Shabat Jazón.


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